Llegó el momento en el que nuestra caldera ha dicho basta: ya tiene más de doce años, trabajando sin descanso todo el año, o bien, decidimos hacer una reforma en la cocina y aprovechamos para cambiarla.
Se trata de una caldera atmosférica, ¿qué significa eso? Una caldera atmosférica es aquella que está conectada a un tubo de salida de gases, con diámetros comprendidos entre 120 y 150 mm, las más pequeñas y domésticas, con salida al exterior mediante una chimenea que normalmente sube hasta el tejado. En los edificios puede ser individual o común y para su funcionamiento necesita una gran cantidad de aire que coge del local donde está instalada.
Este tipo de calderas ya no se pueden instalar, ni siquiera cuando ya tengamos una. ¿Por qué? Pues lo primero por seguridad. Tengamos en cuenta que si la chimenea de salida a la que está conectada la caldera le ocurriese algo y se taponara, que ocurre con más frecuencia de lo que pensamos, podríamos intoxicarnos rápidamente. Si además el quemador no está en perfectas condiciones, produce una mayor cantidad de CO2, que es un gas muy tóxico y mortal, que además es inoloro. Al no salir los gases por la chimenea, tenemos todas las papeletas para una desgracia. La otra razón por la que ya no se instala este tipo de caldera es debido a las emisiones nocivas que emite a la atmósfera, así como por consumo de gas, ya que hay en el mercado otras calderas que consumen menos.
Resumiendo, tenemos dos opciones: calderas estancas de bajo NOX o calderas estancas de condensación. Ambas necesitan una salida de gases independiente que normalmente en edificios se hace a través de las fachadas con salida al exterior. A diferencia de las atmosféricas, el aire que necesitan lo coge del exterior mediante un tubo y los gases producidos en la combustión los expulsan al exterior mediante un ventilador por otro conducto, con lo que nos aseguramos al 100% que no nos intoxicaremos.
Las dos son igualmente seguras y cumplen con la normativa actual, en cuanto a seguridad se refiere. La diferencia está en las emisiones y el gasto energético, aparte de algunos detalles más, que os comentamos a continuación.
Calderas Bajo NOX:
- Calderas con un precio más económico.
- No necesitan desagüe.
- Emiten muy poco vapor de agua por la chimenea y se ve menos que la de condensación.
- Longitud de salida de gases muy limitada en la mayoría de las marcas.
- Instalación un poco más económica al no llevar conexión al desagüe.
- El coste del mantenimiento, respecto al SAT del fabricante, es inferior a las de condensación.
Calderas de condensación:
- Tienen un precio un poco más elevado.
- Necesitan desagüe cercano y tiene que ser de PVC.
- Gastan un 30% menos de gas que el resto de calderas.
- La longitud de salida de gases es mucho mayor que en el resto. Necesario inclinación ascendente.
- Emiten mucho vapor de agua en la salida de gases, por lo que hay que tener cuidado con las distancias a otros vecinos y ventilaciones.